Los valores normales de tensión intraocular van desde 10mmHg hasta 21mmHg.

Una elevación mantenida o muy brusca de las cifras de tensión intraocular pueden dar lugar a daños irreversibles del nervio óptico que pueden traducirse en una pérdida parcial o completa de la visión.

Por ello es muy importante realizar este examen al menos una vez al año en personas con antecedentes familiares de Glaucoma, mayores de 40 años o personas que toman algunos medicamentos como corticoides.

Al ser una prueba totalmente inocua se puede realizar también en niños.